
El 70 % de la composición de nuestro cuerpo es agua. Es un elemento indispensable para mantenerlo sano porque, además de limpiar el organismo y eliminar las toxinas, es un eficaz vehículo para transportar las vitaminas y sales minerales que necesitan nuestras células. En Fundación Aquae recogemos cuáles son los principales beneficios de beber agua.
Índice
10 beneficios de beber agua con regularidad
– Alivia la fatiga
– Evita el dolor de cabeza y las migrañas
– Ayuda en la digestión y evita el estreñimiento
– Ayuda a mantener la belleza de la piel
– La termorregulación es otro de los beneficios de tomar agua
– Reduce el riesgo de cáncer
– Mejora el sistema inmunológico
– Reduce el riesgo de problemas cardiacos
– Resuelve el mal aliento
¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando no bebemos agua?
Alimentos ricos en agua
Una salud de hierro es uno de los principales beneficios de beber agua. De hecho, la hidratación de nuestro organismo es fundamental para que se desarrollen correctamente muchos procesos que tienen que ver con la salud.
El agua permite que nuestro organismo realice la mayor parte de sus funciones vitales. Beber agua es fundamental para nuestros órganos. Tres cuartas partes del cerebro y el corazón se componen de agua, más del 80% de los pulmones y más 92% de la sangre es agua. El agua transporta nutrientes y oxígeno a todas las células de nuestro cuerpo y actúa como amortiguador de nuestros órganos ya que están rodeados por agua.
Aunque no hay una respuesta unívoca sobre cuántos litros de agua hay que beber al día, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan consumir entre un litro y medio y dos litros diariamente. Pero ¿crees que los beneficios del agua tienen que ver solo con la salud? Te lo descubrimos a continuación.
10 beneficios de beber agua con regularidad
– Alivia la fatiga
El agua es utilizada por el organismo para eliminar toxinas y productos de desecho que éste no necesita. Cuando hay menos agua en el cuerpo, el corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre oxigenada a todas las células y otros órganos principales, y eso puede causar fatiga. Además, al acercarse a un estado de deshidratación, el organismo disminuirá el rendimiento muscular, lo que provoca esa sensación de cansancio. Beber agua es fundamental para que nuestro cuerpo funcione correctamente.
– Evita el dolor de cabeza y las migrañas
En la mayoría de los casos, la razón principal de los dolores de cabeza y migrañas es la deshidratación. Eliminar estas molestias, que también pueden darse en otras partes del cuerpo como la espalda, es uno de los beneficios de tomar dos litros de agua al día. ¡Pruébalo!
– Ayuda en la digestión y evita el estreñimiento
Cuando bebemos suficiente agua aumenta la tasa de metabolismo, es decir, los alimentos que consumimos se descomponen apropiadamente. De esta forma, uno de los beneficios de beber agua en ayunas es ayudar a que el sistema digestivo funcione correctamente, previniendo el estreñimiento y mejorando la digestión, lo que a su vez repercute en la prevención de enfermedades y en una mejor calidad de vida.
– Ayuda a mantener la belleza de la piel
Entre los beneficios de beber mucha agua se encuentra la reposición de los tejidos de la piel, así como su hidratación y el aumento de su elasticidad. El consumo de agua también ayuda a la piel con las cicatrices, acné, arrugas y otros síntomas de envejecimiento. En este caso, preocuparte por cuántos litros de agua hay que beber al día no es tan importante como el hecho de ser constante con el hábito. Tu piel te lo agradecerá.
– La termorregulación es otro de los beneficios de tomar agua
Las propiedades térmicas del agua y su capacidad para liberar el calor del cuerpo cuando el sudor se evapora de la superficie de la piel son de gran ayuda en el mantenimiento de la temperatura corporal durante todo el día. Mantener nuestra temperatura corporal bien regulada nos hará sentir con más energía.
Además, otro de los beneficios de beber agua es que nos ayuda mantener hidratados nuestros músculos reduciendo el riesgo de sufrir calambres y esguinces. Se trata de una solución sencilla que puede beneficiar no solo a atletas y deportistas, sino a toda la población.
El agua es el principal responsable del sistema termorregulador del organismo y gracias a este sistema se mantiene la temperatura del cuerpo de forma constante, independientemente del entorno o de la actividad metabólica que estés realizando.
– Reduce el riesgo de cáncer
Hay evidencia que sugiere que beber mucho líquido, principalmente agua, puede reducir el riesgo individual de padecer cáncer de vejiga, según la American Cancer Society. Y es que otro de los beneficios del agua es que una hidratación adecuada repercute en el correcto funcionamiento de los riñones y del sistema inmunológico y digestivo.
– Mejora el sistema inmunológico
Cuando el cuerpo recibe la cantidad de agua adecuada, mejora el sistema inmunológico. A nivel más específico, los beneficios de tomar agua permiten al organismo luchar contra enfermedades como la gripe y contra los ataques al corazón, según la OMS. También contribuye de forma importante frente a otros problemas de salud como el reumatismo, la artritis, los cálculos renales, etc.
– Reduce el riesgo de problemas cardiacos
Si hay un área de la medicina que puede servirnos de referencia para entender cuántos litros de agua hay que beber al día es la de la cardiología. En la Universidad de Loma Linda, en California, se hizo un estudio en el que participaron 20 mil personas sanas. Quienes tomaban 5 vasos diarios de agua presentaron un menor índice de problemas cardiovasculares en comparación con los que solo tomaban 2 vasos de agua diarios. La recomendación general es beber en torno a 8 vasos de agua al día.
– Resuelve el mal aliento
El mal aliento es una clara señal de que el cuerpo necesita más agua. La saliva ayuda a tu boca a liberarse de bacterias y mantener la lengua hidratada. Por esto, cada vez que tengamos mal aliento, lo primero que debemos hacer es beber mucha agua. Además, la secreción de saliva es un protector natural de los dientes, por lo que tomar agua también contribuye a reducir las enfermedades dentales.
– El más controvertido de los beneficios de tomar agua: ¿ayuda a perder peso?
Otra de las características del agua es que ayuda a eliminar los subproductos de la grasa. Al beber agua, el estómago se llena, lo que nos hace perder un poco el apetito. El agua no contiene calorías, grasa, carbohidratos ni azúcar, y es un gran reemplazo de las bebidas con alto contenido calórico.
10 beneficios del agua para el ser humano
Además, beber agua acelera el metabolismo y eso ayuda al gasto de energía mediante la termogénesis (producción de calor mediante reacciones metabólicas) y beber agua también ayuda a metabolizar mejor la grasa. Cuando bebes poca agua y comienzas a deshidratarte, comienza a bajar la tasa metabólica y a gastar energía.
Beber mucha agua también ayuda a la retención de líquidos. Aunque resulta paradójico, cuanta más aguas bebes y más hidratado estás, más ayudas a tu cuerpo a no retener líquidos y por lo tanto, a depurar toxinas y grasas. Si dejas de beber agua, el cuerpo se pone alerta y deja de expulsar líquidos a través de la orina.
¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando no bebemos agua?
El principal efecto que tiene no beber agua es que nuestro cuerpo se deshidrata. Pero a nivel orgánico, el hipotálamo del cerebro libera una hormona antidiurética que provoca acuaporinas en nuestros riñones. Se trata de una proteína que regula el agua que llega a la sangre. Cuando no bebemos agua lo que ocurre es que esta proteína se retiene en nuestros riñones.
Uno de los primeros síntomas que nos alertan de que nuestro cuerpo se está deshidratando es el color oscuro de nuestra orina. Pero no es el único.
Cuando empezamos a deshidratarnos, comenzamos también a tener dolor de cabeza, calambres musculares, cansancio y mucha sed. También sufrimos cambios de humor y disminuyen nuestras funciones cognitivas como pérdida de atención o falta de memoria.
Alimentos ricos en agua
Otra forma de beber agua es a través de la alimentación. Hay una gran variedad de alimentos ricos en agua. Estos además de ayudar a hidratarse, también sirven para desintoxicar el organismo y nutrirlo.
¿Eres consciente de la importancia de la huella hídrica? Demuéstralo a través de este divertido cuestionario
Los alimentos ricos en agua son aquellas que contienen más de 70 gramos de agua por cada 100g de alimento. Algunos de los alimentos que más agua contienen son: el rábano, la sandía, el tomate crudo, el nabo cocido, la zanahoria cruda, coliflor cocida, la lechuga, el repollo, las espinacas, el pepino, los espárragos, el melón o las fresas. Todos ellos contienen más de 90g de agua.
Estos alimentos que son principalmente frutas y verduras, además de ayudar a llevar una dieta saludable, eliminar toxinas y grasas sirven para mantener el organismo bien hidratado.
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Actualizado: 06/03/2022
Objetivos de desarrollo sostenible Aquae ODS
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Día Mundial del Saneamiento
El Día Mundial del Saneamiento 2022 pretende concienciar del grave peligro al que se enfrentan las aguas subterráneas, en aquellos lugares en el que el acceso al saneamiento no está gestionado de forma segura. Algo que, lamentablemente, supone el día a día de unos 3.600 millones de personas en todo el mundo.
Las aguas subterráneas tienen un papel fundamental en el futuro de la salud y el bienestar humanos porque protegen vidas al garantizar el acceso a agua potable, el cultivo de alimentos y la prestación de servicios ecosistémicos, desde la pesca hasta la protección de los bosques. Por eso, salvaguardar los acuíferos es esencial para la salud de todos los seres vivos.
Si bien al construir y mantener un sistema de saneamiento sostenible, podemos proteger este recurso vital, aquí radica uno de los problemas que amenazan a las aguas subterráneas.
Desde Naciones Unidas se ha elegido para este año el lema “Hacer visible lo invisible”, poniendo el foco en la amenaza que supone un sistema de saneamiento inadecuado. En algunos lugares del mundo puede correr el riesgo de esparcir los excrementos humanos en ríos, lagos y suelos, contaminando así los recursos hídricos subterráneos. Esta falta de sistemas de saneamiento adecuados no sólo afecta a las fuentes de agua, sino también al entorno natural y vital de los habitantes de esas regiones.
La campaña, además, insta a los gobiernos a trabajar cuatro veces más rápido para garantizar que se alcance a tiempo el ODS 6.2 (proporcionar retretes seguros para todos de aquí a 2030), a la vez que realiza un llamamiento a las autoridades para que reconozcan plenamente la conexión entre el saneamiento y las aguas subterráneas en sus planes para salvaguardar este recurso hídrico vital.
La sobreexplotación de los acuíferos
Además de su importancia para los ecosistemas, las aguas subterráneas representan un 97% del agua dulce presente en la Tierra, y en aquellas regiones del planeta con climas áridos y semiáridos, los acuíferos son la única fuente de agua para la población.
La sobreexplotación de los acuíferos es otro de los grandes problemas. Esta se produce cuando el bombeo del agua supera su recarga, lo que está provocando que algunos acuíferos de diversas partes del mundo se estén secando paulatinamente por la intensificación de su uso.
Adaptados al cambio climático
Debemos seguir trabajando por alcanzar a tiempo el objetivo fijado en el ODS 6.2 de garantizar retretes y saneamiento seguros para todos los ciudadanos del planeta, pero también se hace patente en este día que la necesidad de que sean capaces de resistir a los efectos del cambio climático. Así, deben seguir prestando servicio incluso tras enfrentarse a fenómenos meteorológicos extremos, garantizando que las aguas subterráneas queden protegidas.
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18/11/2022
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¿Realmente los árboles atraen a la lluvia?
Los árboles son esenciales para la vida en el planeta, ya que, entre sus funciones principales, se encargan de absorber el dióxido de carbono y producir el oxígeno que respiramos. Sin embargo, esta no es su única función. Los bosques también nos ayudan a regular la temperatura, desempeñan un papel clave en el equilibrio del ciclo del agua y su presencia influye en la generación de precipitaciones.
Los bosques nos ayudan a mantener el equilibrio medioambiental del planeta. Sin embargo, el cambio climático está alternándolo y provocando que efectos como el aumento de la temperatura global agrave que fenómenos como la sequía sean cada vez más frecuentes e intensos, afirman desde el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Ante esta situación, los árboles juegan un papel determinante para aminorar sus consecuencias. Por ejemplo, gracias a su efecto conocido como ‘isla de calor’ son capaces de frenar la radiación solar y evitar el impacto directo de esta sobre la superficie terrestre. Gracias a este proceso, pueden llegar a reducir hasta en 2 grados la temperatura de un lugar.
Este efecto termorregulador ha propiciado que la creación de espacios verdes en las ciudades sea determinante para mejorar sus condiciones climáticas. Contar con árboles en los núcleos urbanos no solo contribuye a mejorar la calidad del aire, sino que también mitigan el calor en estas zonas y aumentan su resiliencia climática.
La relación de los bosques y la lluvia
Otro de los beneficios que nos aportan los bosques guarda relación con el agua. Y es que mejoran la calidad de este recurso natural, contribuyen a mantener los caudales de los ríos y aumentan las previsiones de precipitaciones.
Los árboles almacenan y filtran la lluvia a través de sus hojas, su tronco y sus raíces. A lo largo de este proceso, eliminan sedimentos y otros componentes presentes en el agua, evitando así que lleguen a ríos, mares y acuíferos. Esta función los convierte en auténticos filtros naturales y, por todo esto, mantenerlos sanos garantiza la circulación del agua sobre la Tierra, evita la escorrentía y facilita la filtración del agua bajo la superficie.
¿Realmente los árboles atraen la lluvia?
Además de tener un rol clave en la mejora de la calidad del agua, los bosques también influyen en la generación de precipitaciones y, gracias al proceso de evapotranspiración que realizan, son un componente esencial en el ciclo del agua. Este mecanismo, que conjuga la evaporación y transpiración, es el proceso por el que la vegetación es capaz de devolver el agua de la lluvia a la atmósfera en forma de vapor.
Mediante la evapotranspiración, los árboles devuelven el 70% de la lluvia que cae sobre ellos y generan una mayor cantidad de humedad en comparación con otros entornos naturales como, por ejemplo, los océanos. Precisamente, es esta humedad la que, bajo unas condiciones concretas de presión atmosférica y de temperatura, intensifica la aparición de precipitaciones en la zona. Esto se conoce como teoría de la bomba biótica.
La teoría de la bomba biótica: a menos árboles, menos lluvia
Hasta el momento, y como aseguran desde el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), gran parte de la lluvia que cae sobre el planeta está vinculada con los bosques. Sin embargo, existen múltiples mecanismos y procesos involucrados que todavía se desconocen en profundidad.
Una de las hipótesis que podría explicar el papel de los árboles como intensificadores de la lluvia es la conocida teoría de la bomba biótica, desarrollada por Anastassia Makarieva y Víctor Gorshkov, investigadores del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo.
país donde menos llueve
Los modelos actuales consideran que la temperatura es la responsable de que se produzcan las precipitaciones. Sin embargo, con esta teoría, los investigadores plantean que es la capacidad de los bosques de condensar la humedad, el principal impulsor de las lluvias. Esta teoría podría explicar la razón de las elevadas precipitaciones en lugares como el Amazonas (en Sudamérica) y el Congo (en África).
Lo que sí está científicamente contrastado es que los bosques influyen en los patrones de lluvia. A menor presencia de árboles, menor cantidad de agua se evapora y, por lo tanto, la probabilidad de que llueva en esa zona es menor. Así lo confirman los datos del CIFOR que indican que la deforestación puede llegar a reducir las precipitaciones en hasta un 30%. Y no solo eso, además, los suelos forestales tienen la capacidad de absorber hasta cuatro veces más de agua que los suelos cubiertos por pastos