
La razón por la que el tabaco no suelta a sus aficionados radica en la adicción a la nicotina. El uso diario a largo plazo de productos de tabaco es 6-7 veces más adictivo que las bebidas alcohólicas3. No importa lo que fume una persona (cigarrillos, cigarros, una pipa, una cachimba o un vaporizador), con su uso diario y a largo plazo, se forma la adicción a la nicotina5.
¿Cómo afecta la nicotina al cerebro? Al fumar, se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo y llega al cerebro en 7 segundos5. Aquí, la nicotina se une a los receptores de acetilcolina, los activa y hace que produzcan “hormonas de la felicidad”: dopamina, serotonina, norepinefrina y otras5,8.
Así, fumar es placentero, reduce el hambre y estimula la actividad del sistema nervioso central1. Sin embargo, este estado no dura mucho.
Con el consumo regular de tabaco, la capacidad natural de experimentar placer se atrofia gradualmente1 (se debilita). Cada cigarrillo fumado desensibiliza y aumenta el número de receptores de nicotina, lo que solo aumenta las ganas de fumar otro cigarrillo5.
Posteriormente, para experimentar el mismo grado de placer que antes, el fumador tiene que aumentar la dosis de nicotina5, y aumenta el número de cigarrillos fumados. Después de un tiempo, fumar se convierte en una forma de prevenir el desarrollo del síndrome de abstinencia (que la gente suele llamar “abstinencia”)5.
Pero la nicotina no es el único estímulo para la adicción al tabaco5.
El uso repetido de productos de tabaco forma un hábito5 y, a menudo, se convierte en una especie de “ritual”, por ejemplo, una persona busca un cigarrillo cuando está aburrida o necesita superar una situación estresante y superar la fatiga1.
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¿Es realmente posible dejar de fumar?
En el camino hacia la liberación de la nicotina, los fumadores esperan obstáculos. El tabaquismo se reconoce como una enfermedad crónica5 que se desarrolla con el tabaquismo prolongado en el 90% de los casos4.
Dado que la adicción al tabaco es comparable en fuerza a la heroína y la cocaína1, tenga paciencia y no espere resultados rápidos. Para superar la adicción al tabaco, necesita tiempo y la ayuda competente de un especialista.
El principal problema que impide que una persona deje de fumar cigarrillos es el síndrome de abstinencia (abstinencia)5.
Se desarrolla 3-4 horas después del último cigarrillo. Los síntomas de abstinencia aumentan gradualmente y alcanzan su máxima gravedad 1-2 días después de dejar de fumar4.
El síndrome de abstinencia se caracteriza por las siguientes manifestaciones4:
deseo de fumar;
sensación de debilidad, malestar;
mal humor (disforia);
intolerancia hacia los demás e irritabilidad;
dificultad para concentrarse;
sentimientos de ansiedad e inquietud;
dolor de cabeza;
tos;
Apetito incrementado;
insomnio.
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Cómo dejar de fumar: preguntas frecuentes
¿Es fácil dejar de fumar por su cuenta?
La dificultad de la transición a una vida libre de tabaco depende del grado de dependencia. Con un grado leve, es realmente posible dejar de fumar por su cuenta. Si la adicción se evalúa como severa, se requiere asistencia médica y terapia farmacológica5,6.
¿Cómo determinar el grado de adicción a la nicotina?
Puede realizar el Cuestionario de Fagerström para averiguar cuánto es adicto a la nicotina por la cantidad de puntos obtenidos. Puede leer más sobre la prueba y la adicción al tabaco en nuestro artículo Adicción a la nicotina.
¿Cuántos días duran los síntomas de abstinencia?
Por regla general, la salud mejora 2-3 semanas después del último episodio de tabaquismo4.